miércoles, 7 de mayo de 2008

BUKOWSKI versus CHINASKI



Recientemente y aconsejado por mi hijo, (que descubrió a este autor hace tiempo en su novela "El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco" de la editorial Anagrama), he leído una de las obras de este escritor estadounidense -aunque nacido en Alemania- alcohólico, misógeno y mujeriego. En la obra de este escritor de culto, titulada "Hollywood", narra el tiempo de creación de un guión para el cine y su desarrollo, así como los problemas de producción, los caprichos de los actores, en definitiva todo el proceso hasta su estreno en la pantalla. A través de su alter ego "Chinaski", nos muestra, entretanto, sus propios temores, exponiéndolos como si de una catársis se tratara. El miedo a perder la identidad, el miedo a convertirse en un burgués, el miedo a la vejez, añorando lo que él consideraba como sus "años dorados" de juventud autodestructiva, de esta forma nos adentra en un mundo sórdido, repleto de personajes atípicos, antisociales, rebeldes que hay que reconocer, llegan a conseguir nuestra simpatía. Analizándolo friamente, fuera de la inmersión y de la empatía que solemos conceder a los personajes protagonistas de las novelas que leemos, hay que reconocer que su vida fue un completo desastre, un total fracaso pese a su "happy end" no deseado, una persecución contínua de la muerte, de autodestrucción, un suicidio buscado insistentemente y que no consiguió alcanzar. Su historia resulta patética, años invertidos en broncas, riñas, alcohol, mujeres y desprecio, para ser devorado por el éxito en los últimos años de su vida, que se prolongó misteriosamente hasta los 74 años. Sus presentaciones en público, demostrando a todos que no le importaba nada la vida y que seguía bebiendo y malviviendo, transgrediendo socialmente todas las normas, nos hacen pensar en una "perfomance" contínua, falsa y estudiada. Quizás podríamos atribuir esta continua carrera al abismo, a sus experiencias vivídas en su infancia y juventud - las peleas y discusiones entre su padre y su madre eran contínuas - y también a su fustración profesional inicial - estuvo veinte años trabajando de cartero para subsistir - sus primeros trabajos como escritor no tuvieron ningún éxito. Su odio hacia las mujeres, bien podía derivarse del terrible acné juvenil que padeció y que le dejó marcada la cara de por vida , sintiéndose marginado y rechazado por el sexo débil en su pubertad. No obstante, aunque comprensible bajo el prisma psicológico, las experiencias narradas basadas en su vida no deberían haber tenido tanta resonancia. Algo en la sociedad debe funcionar mal para que resulte atractiva una forma de vida tan negativa y tan falta de valores, valores deseables desde una perspectiva positiva. Masoquismo, adicción, misogínia...volvemos en este caso a tener que hablar del lado oscuro del ser humano. Hay algo de mezquino en esta atracción fatal que nos persigue a toda la humanidad desde el principio de los tiempos. Aún con todo, la lectura es interesante, y consigue atrapar al lector, haciendo desear leer otras novelas suyas y sobretodo leer sus poesías.

1 comentario:

Eric GC dijo...

No quiero parecer pedante ni dármelas de listo pero... Si no recuerdo mal yo te adentré en este mundo bukowskiano. Cuando leí su diario "El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco", me quedé embobado con la prosa desgarradora de este ser único. Cierto es que su vida, moralmente hablando, no fue un ejemplo a seguir. Sin embargo, y como bien reflejabas, es un mundo que nos atrae. Ese lado oscuro de la vida, desconocido por la mayoría, resulta hipnótico. También destacamos la ironía de la vida. ¿Cómo un hombre que puede alcanzar las más altas cotas de la miseria puede acabar su vida en la cima del éxito, viviendo en una casa cómoda, con piscina, jacuzzi y un BMW? Como diría Pío Baroja: "La vida es ansín". De todas formas, Charles Bukowski me sedujo, me seduce y, probablemente, me seduzca para el resto de mis días. ¡Qué jodío!

En este blog quiero preguntar muchas cosas, analizar otras y criticar algunas. Zarandearnos intelectualmente, sacudirnos los prejuicios, comentar la sabiduría dormida, curiosear la cultura, todo esto y más es el objetivo de esta pequeña ventana en la red.